Now or never.

Y llegó, más rápido de lo que pude imaginar. Después de ganar, de perder, de gritar, de reír, de pelear, de llorar, después besos, de abrazos, después de sin razones, de ironías, después de construir momentos ...todos estos diez años de recuerdos se nos van de las manos.

No me imagino la vida sin ellos, y sé que ninguno es capaz de imaginarse la vida fuera de los salones, de aquellas cuatro paredes donde hemos reído, jugado, llorado, peleado. Ninguno es capaz de imaginarse la vida sin el otro, porque hemos construido una amistad a base de años, unída por confianza fortalecida por recuerdos. Quizas sea porque somos piezas imperfectas que encajaron a la perfección en lo rojo del rompecabezas, con aquellos que se fueron, los que vinieron, los que se quedaron y aquellos que aún no asimilan el final.

Buscando nuestros caminos, un amor, un amigo, un sin sentido, una razón.

Y pensar que sólo tenemos un año, y una última oportunidad

Una última oportunidad para decir TE QUIERO, dejar el miedo, recuperar el valor, y olvidarnos de lo que alguna vez nos hirió.

Una última oportunidad para amar.

Sólo un año, que comenzó a irse de nuestras manos.