Porque existen noches, y noches.
Noches que sientes, serán buenas, y noches que sin planearlo resultan perfectas. Ayer fue una de esas noches donde ciertos detalles más un poco de alcohol, y ciertas ganas de divertirnos la hicieron perfecta.
Ella se levantó con una sonrisa en el rostro, yo con la almohada en el mío. Habíamos dormido a penas dos horas por alguna rara tradición cada que viene a mi casa, de no dormir hasta ver el amanecer, y sin embargo con sueño, algo de resaca, y frío sonreíamos.
Ella sonreía por él. Yo sonreía por ella, por mi mamá, por mí. Y la vida.
Noches que sientes, serán buenas, y noches que sin planearlo resultan perfectas. Ayer fue una de esas noches donde ciertos detalles más un poco de alcohol, y ciertas ganas de divertirnos la hicieron perfecta.
Ella se levantó con una sonrisa en el rostro, yo con la almohada en el mío. Habíamos dormido a penas dos horas por alguna rara tradición cada que viene a mi casa, de no dormir hasta ver el amanecer, y sin embargo con sueño, algo de resaca, y frío sonreíamos.
Ella sonreía por él. Yo sonreía por ella, por mi mamá, por mí. Y la vida.
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