11 septiembre 2009

Esos demonios.

-Si quieres ser su amigo, entonces tendrás que ser sólo su amigo, y actuar como uno. ¿Eres capaz de serlo? -Él sólo me miro, y yo encontré la respuesta en sus ojos.

¿Se puede ser amigo de alguien que te gusta? o ¿Se puede ser amigo de alguien a quien quieres, no en el sentido abstracto, sino en el sentido literal, donde querer es propiedad, y quieres que te pertenezca?

En la teoría sí, en la práctica, rotundamente no.

A menos, claro, que seas un perfecto masoquista.

Porque seamos sinceros, no puedes ser amigo de alguien que hace a veces que tu corazón se detenga, o quizás si, pero no cuando sientes celos, o quizás incluso puedes ser su amigo sintiendo celos, pero no cuando clava la estaca en tu corazon bajo otro nombre, y si quizás aún así crees que puedes ser su amigo escuchando sus interminables historias de amor, y canciones desesperadas, no lo podrás ser cuando estén a milímetros y tengas interminables ganas de comerle la boca con un beso.

Seamos sinceros: a un amigo que te gusta, jamas lo verás como sólo tu amigo.

Y lo volví a mirar:
-No podrías ser sólo su amigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario