Sonreí, mientras sentía un extraño alivio.
-No, en serio. -Continuó.- Eres algo así como que...
-Un poco loca.
-Si. -Dijo sonriendo.- No esperaba que esto fuera así.
-¿Fue malo?
-No, no. Diferente. Es que eres muy impredecible.
-¿No lo sabías?
-No.
-Es que no me conoces muy bien, creo. -Dije fastidiándolo.
-Si, te conozco. -Me dijo con seguridad.
Y reí.
-¿Cuál es mi flor favorita? -Una fácil.
-Eso nunca me has dicho, no es justo.
Y sonreí.
No, aún no me conoces desde el pelo, hasta la punta de los pies.
Aún no sabes que odio la rutina, un poco más que a la cocina.
Y aún no reconoces lo que pienso antes que lo diga.
No, aún.
No hay comentarios:
Publicar un comentario