30 julio 2009

Hablemos de alcohol

O también conocido como la famosa pastillita de la verdad.

Aún no logro entender que de mágico tiene el alcohol que cuando se apodera de nuestra sangre logra sacarnos hasta la verdad mejor guardada. Sí, es deprimente revelar nuestros secretos y luego ni siquiera recordarlo, aunque quizás lo más deprimente sea eso: Tenemos que estar realmente inconscientes como para decir la verdad, y sobretodo aceptarla.

Si, difícil, quizás por eso exista el alcohol. Para ayudarnos a ver lo que a veces no queremos ver. O lo que miramos, pero no vemos.

Una pastillita con el efecto secundario de la excesiva alegría. Oh, sí.

Nunca la había visto tomar tanto, sin embargo esta vez lo hizo y parecía una adolescente que intentaba controlar sus ansias y náuses. Reía y bailaba. Yo, sobria sólo observaba, no le decía palabra, e intentaba no reír, ni detenerla. No quería quitarle ese momento, donde todo absolutamente era rosa.
Incluso sus verdades más frías.

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